Una de las tendencias de este año son los pagos móviles, como hemos visto en nuestro informe mobile. Sin embargo, existe en el mercado un gran debate respecto a su futuro:
Aun así, y pese a que el aumento no es el que se esperaba, ya el año pasado los pagos a través de móviles se triplicaron, siendo cerca de 400 millones de usuarios los que ya están pagando desde sus dispositivos.
Si nos centramos en España, para el 2017 se prevé que un 59% de los españoles haya pagado algo ya desde su smartphone, lo que supone más de la mitad de la población con móvil y siendo el banco Santander líder en esta modalidad de pagos.
¿Esto significa que ya se han normalizado? Lamentablemente no.
En la gran mayoría de los casos, los pagos desde el móvil se han realizado en las propias tiendas. Son pagos “en persona” y que continuarán creciendo hasta alcanzar en 2020 un valor superior a los 1.500 mil millones de euros y cerca de 3 millones de usuarios en España.
La comodidad de no tener que contar con efectivo o sacar la tarjeta, es la principal razón para este uso, además de la confianza que los usuarios otorgan a los establecimientos donde pagan.
El problema para que despegue es, precisamente, la falta de confianza de los usuarios a la hora de realizar otro tipo de pagos con sus dispositivos. Pagar en apps o webs no es para ellos aún tan seguro como debería, lo que hace que el crecimiento de este tipo de pagos se haya ralentizado.
Como ya anticipábamos en nuestro
Y es que los pagos con huellas dactilares, reconocimiento de voz y selfies van a tender a aumentar de manera exponencial por una razón principal: es lo que los usuarios demandan. Y por ese motivo, los fabricantes de gamas altas de móviles lo están incorporando como el Face id del nuevo iPhone X de Apple o Samsung con su Samsung Pass.
De hecho, entre las preferencias de los consumidores sobre sistemas de verificación de su identidad para pagar con su móvil, un 48% afirma que se decantaría por una combinación de PIN y un sistema biométrico como el reconocimiento de la huella dactilar o de la voz.
Tanto para bancos como para clientes, el uso de la autenticación mediante biometría ofrece grandes beneficios. Por un lado, se incrementa la seguridad y la confianza en este tipo de pagos, pero por otro, la mejora de la experiencia cliente fomenta el uso y la fidelidad de los clientes con la entidad.
Esto es algo que sabe Mastercard, una de las entidades pioneras en el uso de esta tecnología con su Identity Check, que utiliza la biometría, incluyendo el reconocimiento de huellas dactilares y faciales, para verificar la identidad de la tarjeta y simplificar los pagos, evitando el uso de contraseñas.
En algunos países, Mastercard incluso cuenta ya con una app que permite al usuario aprobar pagos mediante el reconocimiento de voz y la firma está desarrollando un proyecto junto a General Motors que permita mediante este reconocimiento de los matices de los sonidos emitidos por las cuerdas vocales, que los conductores compren determinados productos mientras están conduciendo.
En España ya hay bancos como Santander, Bankia o BBVA, que también están centrando sus desarrollos en estos sistemas biométricos.
Pero últimamente, vemos nuevas soluciones Fintech que van más allá del móvil para sustituir a las tarjetas de crédito. Una de ellas es la startup española HandBe, que dispone de una tecnología basada en terminales que reconocen la palma de la mano de los usuarios, y utilizan una rápida identificación basada en las venas y huellas de la mano para asegurar que eres tú quien realiza el pago.
De momento se encuentra en versión beta pero que nuestro propio cuerpo se convierta en monedero, parece ser el futuro.
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