¿Eres capaz de imaginarte un mundo descentralizado? ¿Dónde cada transacción sea descentralizada? ¿Dónde comprar, votar, conseguir financiación, pagar, e incluso las redes sociales no fueran controladas por una gran tecnológica o por un intermediario? Ese es el futuro que se vislumbra detrás de la Web3 y de la que te hablaremos hoy.
Conceptos como blockchain, Ethereum,Tokens, Smart Contracts, NFT, DAO, Bitcoin… saldrán a colación e intentaremos aclararlos.
Sin ningún ánimo de entrar en los aspectos técnicos, sino con una mirada de marketing podemos ir viendo la evolución de internet de esta manera:
Para entender qué es Web3, vamos a ver su evolución:
En la medida en que los usuarios tomaron consciencia de que sus datos estaban enriqueciendo a las grandes tecnológicas a cambio de acceder a servicios gratuitos (eso sí, increíblemente útiles como por ejemplo Google Maps o WhatsApp entre otros muchos), quieren tener un mayor control de sus datos y ahí es donde Web3 entra en escena.
En Web3, los recursos compartidos se denominan tokens y representan la “propiedad” de redes descentralizadas (conocidas como cadenas de bloques o blockchain). Si tienes suficientes de estos tokens, tienes voz/voto en la red.
Por ejemplo, los titulares de tokens pueden “gastar” sus activos para votar sobre el futuro de un protocolo de préstamo descentralizado. Por eso algunos llaman también a esta época como la Token-economics, la economía de los tokens.
Todavía hay mucho debate sobre la definición exacta de Web3, pero ya en 2014, Gavin Wood, cofundador de la plataforma de software basada en blockchain Ethereum, tecnología clave en este escenario, establecía su visión de Web3 a partir de los problemas que percibía de la Web2.
Argumentaba que “confiar nuestros datos a las organizaciones es un mal modelo” y propone la Web3 como “una reimaginación del tipo de cosas que ya usamos en la web, pero con un modelo fundamentalmente diferente, de interacción entre las partes”, sin grandes empresas tecnológicas o intermediarios por detrás.
Él sugiere que no deberíamos tener una fe ciega en las grandes empresas tecnológicas para cumplir con nuestras expectativas y estableció los siguientes atributos para Web3:
Metaverso y Web3, a veces se usan indistintamente, pero la mejor manera de distinguirlos ampliamente es reconociendo que:
Es decir, puede haber metaversos sin Web3 (como Second Life o World of Warcraft, que son mundos virtuales, pero de la Web2), pero para considerarlos de Web3 deberían ser descentralizados, con base tecnológica de blockchain, y con un sistema de tokens (como sí lo hacen los mundos virtuales de Decentraland o Sandbox).
Estamos en los inicios de la Web3, así que todavía cuesta imaginarse todo su potencial.
Es como cuando en 1995 decíamos a las empresas que tenían que estar en internet, les parecía que no tenía sentido para ellas: no eran capaz de imaginarse para qué les podía servir. Y, 25 años después, no hay empresa, por pequeña que sea, que no se beneficie de alguna manera de internet.
Web3 abrirá un mundo completamente nuevo de organizaciones y modelos de negocio que por ahora sólo existe en nuestra imaginación, pero ya hay algunos ejemplos concretos que te invitamos a conocer (y probar):
El navegador Brave (¡lo uso!) está atrayendo a cada vez más usuarios (más de 50 millones de usuarios al mes) debido a su privacidad y características que incluyen la capacidad de bloquear rastreadores de sitios web y publicidad digital.
Está construido sobre Chromium, pero prioriza la privacidad y la integración de aplicaciones descentralizadas (DApps) y finanzas descentralizadas (DeFi).
Con Brave Ads, como usuario, puedes ganar tokens por ver anuncios. Y como responsable de marketing, puedes acceder a perfiles muy difíciles de encontrar en Facebook o Google. Es un modelo que incluye a usuarios, creadores de contenidos y anunciantes, siendo los usuarios los que tienen el poder y el control de sus datos y de lo que quieren ver.
Los anunciantes compran tokens BAT para que sus anuncios se muestren en la plataforma. Si los usuarios optan por ver estos anuncios, se les compensa con BAT que, a su vez, pueden dar a los creadores de contenidos.
Audius es un servicio de streaming basado en blockchain de Ethereum que brinda a los músicos un mayor control sobre cómo se comercializa su música y los ayuda a interactuar con sus fans de forma directa, sin necesidad de sellos discográficos como intermediarios.
Está descentralizado y lo ejecuta una comunidad de desarrolladores de código abierto. Con su primera plataforma para músicos y su token $AUDIO, Audius está trazando el posible rumbo de cómo puede ser el futuro de la industria.
FWB (que significa Friends with Benefits) es probablemente el ejemplo real más cercano una red social descentralizada.
Es una DAO (Organización Autónoma Descentralizada, una especie de "cooperativa" en la que cualquiera que posea sus tokens, puede decidir sobre su futuro), una red de colaboradores, y muestra una nueva web social donde los usuarios tienen un mayor control y propiedad del contenido, sin el control de las empresas propietarias de estas redes sociales (como, Facebook o Twitter). Se basa en un servidor privado de Discord, lo que permite a los miembros chatear entre sí.
Se inicio en 2020 y actualmente cuenta más de 3.000 miembros, incluidos artistas, programadores y pensadores de todos los sectores culturales y criptográficos. Su objetivo es catalizar el poder de Web3 como una herramienta para crear y hacer que las cosas sucedan.
FWB es en un modelo de cómo una DAO puede producir una amplia gama de eventos, colaboraciones y productos que satisfacen las necesidades de su comunidad mientras impulsan la cultura.
Decentraland es una plataforma de metaverso, de código abierto, descentralizada (también es una DAO) y se basa en la tecnología blockchain de Ethereum. En este sentido, muestra cómo pueden coexistir los conceptos de metaverso y Web3.
Según indican, en Septiembre de 2022 contaba con más de 55 mil usuarios mensuales, pero como no son una empresa, dicen que estos números no les afectan. Lo que quieren es cambiar el mundo.
Ya vimos en el post sobre el metaverso en banca y seguros que marcas como HSBC han invertido en parcelas virtuales en Decentraland y es difícil determinar por qué alguien querría pasar el rato en la oficina virtual del banco de inversión JP Morgan (bueno, en realidad fue abierta por Onyx, su pata de desarrollo en blockchain).
¿Opinas igual que ellos? Me interesa saber lo qué piensas, así que coméntamelo en Twitter o en Linkedin.
Fernando Rivero - CEO de ditrendia
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